En un país democrático, libre y progresista como el nuestro, no se debería consentir el insulto en política que no aporta nada. Tan solo, una mala imagen y una crispación de la clase política y de los ciudadanos que acabaremos por creer que están más interesados en procederse insultos que en solucionar nuestros problemas.
Los ejemplos más actuales son: Rubalcaba metiéndose con la oposición, el PP metiéndose con Rubalcaba y también Pérez Reverte que se siente orgulloso de su éxito en internet y sus insultos hacia Moratinos.
Desde luego, no dudo de la capacidad lingüística del lenguaje y más cuando el insulto es de lo más español, pero creo que hay cosas más interesantes que decir improperios.
Fuente de fotografía: http://imagebase.davidniblack.com
Sólo los que realmente me conocen, saben lo difícil que es para mí escribir estas palabras, pues considero que Arturo es uno de los mejores literatos de nuestro panorama actual; ácido, irreverente, pero por lo general con mucha sabiduría en sus palabras.
ResponderEliminarNo es el caso, sin embargo, de sus críticas al ex-ministro Moratinos, por tanto, creo que ha sido un gesto de mal gusto, lejos de la altura intelectual que se le presupone.