miércoles, 27 de octubre de 2010

Trabajar y mutis



En un país democrático, libre y progresista como el nuestro, no se debería consentir el insulto en política que no aporta nada. Tan solo, una mala imagen y una crispación de la clase política y de los ciudadanos que acabaremos por creer que están más interesados en procederse insultos que en solucionar nuestros problemas.

Los ejemplos más actuales son: Rubalcaba metiéndose con la oposición, el PP metiéndose con Rubalcaba y también Pérez Reverte que se siente orgulloso de su éxito en internet y sus insultos hacia Moratinos.
Desde luego, no dudo de la capacidad lingüística del lenguaje y más cuando el insulto es de lo más español, pero creo que hay cosas más interesantes que decir improperios.


Fuente de fotografía: http://imagebase.davidniblack.com

1 comentario:

  1. Sólo los que realmente me conocen, saben lo difícil que es para mí escribir estas palabras, pues considero que Arturo es uno de los mejores literatos de nuestro panorama actual; ácido, irreverente, pero por lo general con mucha sabiduría en sus palabras.

    No es el caso, sin embargo, de sus críticas al ex-ministro Moratinos, por tanto, creo que ha sido un gesto de mal gusto, lejos de la altura intelectual que se le presupone.

    ResponderEliminar